Gracias

Quizá el carácter de esta información sea un poco menos visceral que las anteriores (apenas dos) direcciones que he plasmado en la Internet, ya que esta no ha sido realizada en el candor de blogger.com, ahora, mientras mi queridísimo amor de mis amores es parte del distante paisaje (distante debido al profundo y casi incoherente estado de enamoramiento en el que me hallo) que diviso, me decido, para matar la impotencia que siento al no poder lanzármele encima (acto que interrumpiría el correcto desempeño de mi trabajo) me decido a escribir un poco acerca de la importancia de la fotografía dentro de la concepción del arte actual.

Pues es así que debemos, todos aquellos que de una u otra manera deseamos generar productos artísticos, valorar el aparecimiento de la fotografía (tal como la concebimos en este momento, fuera del precepto histórico de la fotografía-pintura, tema que me decido a dejar en incógnita hasta una futura dirección) dentro del mundo cotidiano, ya que nos liberó de la atadura (y así nos permitió forjarnos otras) de la forma mimética de la realidad que hasta el siglo XIX era parte intrínseca (aseveración fuera de cualquier generalización) de cualquier producto artístico. Es así que la gran responsabilidad de captar la realidad en todo su esplendor la asume la fotografía, es ella quien debe captar y registrar lo mismo que nuestros ojos son capaces de percibir. De esa manera, el dibujo y la pintura (junto a la misma fotografía, posteriormente) pueden comenzar a manifestar emociones y las imparcialidades de los y las artistas. La forma queda rezagada, el color no es una manifestación sino una expresión, las proporciones dejan de ser intenciones renacentistas de entender al mundo y comienzan a ser divagaciones del artista.

¿Cuántos de nosotros, dentro de la formación postmoderna que no podemos negar dentro de nuestro bagaje cultural, ha entendido al arte ya de este siglo, como una reproducción de lo “real”?

Espero que esta aseveración no sea malentendida… Espero que se comprenda, que en este punto de la historia, es importante entender que el arte se ha liberado de infinidad de prejuicios que lo ataban al mundo terrenal, que ahora el arte (y por ende, el y la artistas) son libres de prescindir del mundo real y dedicar su esfuerzo y energía a plantear problemáticas que, lejos de hallar solución, sostienen nuestras existencias vagamente.

Dentro de mis pocas experiencias dentro de la “blogsfera” (lo he escrito mientras cruzo los dedos por evitar cualquier incorrección ortográfica), he podido observar manifestaciones sensibles de altísimo nivel, que ahuyentan todo rastro de las formas humanas y mundanas, tanto en lo plástico como en lo literario, y por ello adquieren su valor en la relación Creador-Medio-Espectador, personalmente, me siento feliz de hallarme en un momento histórico en el que esas formas dependen meramente de mi percepción, así la esquizofrenia que nos mantiene a todos y todas vinculados en este abstracto mundo, es más digerible y nos concibe a todos como un poco más anormales dentro de la normalidad que eso representa.

La realidad no siempre es como debe ser, y lo que debe ser, no siempre es la realidad.

En otro aspecto, mi amantísimo novio por fin me otorgó una seña para mí, el fotomontaje que pueden ver está hecho a partir de una foto de mi seña particular... ¡Sí! Mía, toda mía... Es interesante porque la seña nace de mi usual fruncida de seño, gesto poco extraño en mi, pero también es interesante que mi seña sea muy parecida a la seña que representa la palabra "filosofía". Una vez más, gracias amor mío, te amo con todo mi corazón.

Punto.

¡¡¡Quiero trips de este trip!!! Si saben a qué me refiero...