Status Quo
El día de hoy quiero discutir una obra de mi autoría: Status Quo. Ésta no es parte de una instalación ni de una colección o algo así, simplemente es una creación prácticamente al azar que nació en, precisamente, un momento de Status Quo, un momento en el que, a pesar de mis intentos, nada cambió.
Les comento el contexto en el que esta ilustración, con técnica "Bolígrafo sobre papel", en tamaño A5, del año 2006 fue creada en un momento en el que una idiota "profesora" de publicidad, mientras trataba de poner sus manos sobre el trasero de mi novio, escribía y explicaba profundamente un error ortográfico, que yo, a la distancia trataba de corregir.
Mis intentos por ser visto eran nulos. Mis manos se agitaban en el aire mientras nadie en esa gélida sala era capaz de mirarme y de entender que será imposible encontrar esa empresa, ya que deberían sustituir la letra B por la V.
En fin, una vez que mis brazos se amortiguaron por la sangre y la gravedad, retomé mi postura casi fetal, alcé nuevamente el volumen del reproductor de CDs y casi innagurando aquel cuaderno, tomé mi bolígrafo y dibujé casi intuitivamente.
Es una de aquellas (múltiples en la postmodernidad) ocasiones en las que el arte se fundamenta en la necesidad orgánica del autor o autora de plantearse una terapia a través de sus creaciones. Es ahí donde aparece el arte. No en el correcto uso del bolígrafo (para eso está Miguel Varea, ilustrador ecuatoriano que admiro mucho), tampoco en la calidad del material (cuaderno 30 centavos y esfero 25), o en el valor social de la misma (posiblemente "Status Quo" no influya en la manera en que el estado protege a los niños trabajadores de la Sierra ecuatoriana), sino en cuanto valor tiene para mí, como autor, y por tanto, cual es el valor de esta obra para quienes me rodean.
Gadamer (si es que mi memoria no falla) afirma que hay un aspecto lúdico en el arte, de la misma manera de la que F. Nietzsche plantea lo dionisíaco en el arte. Es esa cualidad del arte de conectar al autor con el espectador de tal manera que pueda crearse un vínculo emocional y sentimental muy dinámico entre ambos. Que tanto el autor como el espectador puedan ser parte de la obra, tanto por aquello que se sustenta por si solo (como la forma, por ejemplo) como por aquello que necesita de una connotación (qué me quiere decir la composición, por ejemplo). El arte es un juego, y como tal, necesita despejarse de todo preconcepto para poder jugar y ser libres.
¿Quién quiere jugar conmigo?
Me gustaría mucho saber qué opinan de Status Quo.
2 -- Comentarios --
Opino que cada cierto siempre entramos en estatus quo, que cada de esos siempres es necesario dejerlo salir, a un papel, a un lienzo, a la red, por que si se queda en ti despues saldra en donde no debe.
no opino, pero me encanta esta obra.. BIEN!
Publicar un comentario
<< Home